En la actualidad (I): Inicio de una nueva etapa

Jose Pablo
4 min readNov 30, 2016

Ya compartí un poco lo que ha sido mi convivencia y lucha con la gordura (parte I, parte II y parte III), esto es algo que sigue y ahora quiero compartirles hechos más recientes, a partir del segundo semestre del 2015.

Ya tenía la decisión tomada de cambiar la alimentación e incluir ejercicios en el día a día, así que en julio me fui para donde María Pía Segovia, la nutricionista que me había recomendado Nela. Pía es un ser humano excepcional, eso lo nota uno desde el primer minuto que ella lo recibe, esa calidez en su trato, la amabilidad y vitalidad que transmite lo hacen sentir a uno muy cómodo y tranquilo, justo lo necesario en este tipo de relaciones nutricionista-paciente; profesionalmente hablando también es maravillosa, su forma de trabajar es totalmente personalizada, con ella los planes alimenticios genéricos e impresos en masa no existen, cada paciente recibe justo lo que necesita para mejorar su salud y alcanzar sus metas personales; combinación ganadora.

Conversamos un poco sobre mí, mi alimentación, metas, motivación, entre otras cosas que recuerdo. También hablamos sobre la necesidad e importancia de empezar a realizar alguna actividad física, para ese momento no tenía decidido si iba a matricularme en algún gimnasio (de nuevo) o empezar a hacer CrossFit, ya que era algo nuevo, mucho más dinámico que el gym regular, y sentía la curiosidad de intentarlo, además no tenía muchas ganas de hacer simplemente pesas; justo coincidió que Pía es una entusiasta y fiebre del CrossFit (¡es hasta entrenadora L1!), entonces me habló muy bien del deporte, de los cuidados que hay que tener y de los mitos y mala fama que mucha gente le tiene (algunos sin tan siquiera haber hecho al menos la clase de prueba), así que salí de la primera consulta con la motivación a tope, más emocionado de lo que llegué y con ganas de empezar lo más pronto posible a implementar los nuevos cambios.

Dichosamente cerca de mi trabajo hay un box (así se le llaman a los gimnasios de CrossFit), entonces el 20 de julio me fui a hacer la clase de prueba, recuerdo que la hice en la tarde, también recuerdo que parte de los ejercicios que tenía que hacer eran box jump burpees, una cosa horrible aquella (ahora no me molestan, pero en general mucha gente odia los burpees y combinados con saltos al cajón suelen ser muy extenuantes), como era de esperarse para alguien que venía de un período largo de sedentarismo terminé esa clase muy cansado, molido que llaman, pero lo difícil de explicar (y tal vez para algunos de entender) fue que me gustó, me enganchó y decidí que esa era la actividad física que quería seguir haciendo. Sucedió algo que me gustó mucho y que recuerdo con gratitud acerca de ese día: mientras estaba haciendo el WOD (workout of the day - entrenamiento del día) hubo un muchacho que me acompañó, me fue marcando el ritmo y contando las repeticiones, no me refiero a un entrenador (que también estuvo muy atento), sino a un muchacho (para que se hagan una idea, este año él ganó varias medallas de oro en Juegos Nacionales en la disciplina de halterofilia, es un titán) que también estaba entrenando y que decidió bajar un poco (mucho) su ritmo para acompañarme hasta el final con el mío, parecerá algo simple pero para mí fue un gran gesto, tiempo después se lo agradecí. Ese día no me sentí solo, ni derrotado, esa acción fue importante, sentí camaradería; valoro tanto ese detalle.

Lo siguiente fue escribirle a Pía para confirmarle los ejercicios que había decido empezar a seguir, ella estaba esperando esto para montar bien el plan alimenticio con base en esa elección y al número de sesiones semanales que haría (así se trabaja con ella, de acuerdo a la necesidad de cada persona), le pasé la info y a los días tenía mi plan alimenticio listo. Las buenas noticias empezaron con que iba a comer más de lo que estaba comiendo antes, además más variado, todo pintaba muy bien. No tenía idea del viaje tan chiva que estaba iniciando, eran apenas los primeros pasos.

Ro (mi esposa) me apoyó un montón con estos cambios y me sigue apoyando y ayudando, le agradezco mucho eso. La verdad le debo mucho de esto a ella.

Con apenas unos días haciendo CrossFit, en el box decidieron iniciar una competencia para ver quien bajaba más el porcentaje de grasa en 3 meses, obvio me apunté, era una razón más para ponerle a los cambios y seguir haciendo bien las cosas. No sabía como iba a resultar, pero sí que tenía decidido dar la pelea.

Pasó el primer mes de estar siguiendo el plan alimenticio y estar realizando ejercicios regularmente, así que tocó cita de seguimiento con Pía y fueron solo buenas noticias: 1.7 Kg de músculo más y 5.7 Kg de grasa menos, fue una sacudida para mi metabolismo y una inyección de motivación, Pía se puso toda feliz y yo más, claro.

Los meses fueron pasando, en el camino gané el reto de pérdida de porcentaje de grasa y fui cosechando nuevos resultados, mejorando la resistencia física, viendo cambios en mi cuerpo y hasta empezando a tener una mentalidad diferente, no pensaba que estaba haciendo una dieta, pensaba (y pienso) que estoy siguiendo un estilo de vida saludable: cuidando la alimentación, haciendo actividad física y cuidando también otras áreas importantes de nuestra integridad como las relaciones familiares, laborales, realizar actividades de ocio, etc.

6 meses después estos eran los cambios visibles:

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Jose Pablo

Full time Sr. software engineer and part time MSc in Computer Science student with interest in AI, DL, HPC, and computer graphics. Love outdoors. Foodie.